Los últimos documentos judiciales revelan que el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried (SBF), podría ver confiscados unos 700 millones de dólares en activos si es declarado culpable de fraude. El fiscal federal de EE.UU. notificó que los activos sujetos a confiscación incluyen una amplia variedad de activos en fiat, acciones y criptomonedas.
El gobierno se encargó de incautar la mayoría de estos activos entre el 4 y el 19 de enero, y también se está tratando de reclamar todo el dinero y activos de tres cuentas de Binance. Entre los activos confiscados se encuentran 55,273,469 acciones de Robinhood con un valor de alrededor de 525.5 millones de dólares, 94.5 millones en Silvergate Bank, 49.9 millones en Farmington State Bank y 20.7 millones en ED&F Man Capital Markets, Inc. A pesar de que algunos miembros del círculo íntimo de SBF han confesado y cooperado con la fiscalía en relación con la quiebra de FTX, SBF se ha declarado inocente de los ocho cargos penales que se le imputan.
El ex CEO, SBF, negó haber obtenido los activos de manera fraudulenta al alegar que se trató de una compra legítima con dinero de los clientes. A pesar de las acusaciones, SBF fue puesto en libertad tras pagar una fianza de USD 250 millones de dólares. En respuesta a las acusaciones, publicó comentarios en Twitter para defender su inocencia y proporcionar informes financieros que demuestran que FTX siempre ha sido y continúa siendo solvente.
FTX US is solvent, as it always as been.https://t.co/XjcyYFsoU0 pic.twitter.com/kn9Wm9wxjl
— SBF (@SBF_FTX) January 18, 2023
SBF lanza campañas inadecuadas en África
En otras noticias relacionadas con FTX, un informe del Wall Street Journal ha destacado el marketing inadecuado que el exchange lanzó en África antes de quebrar en noviembre. La campaña promocionaba las stablecoins vinculadas al USD como inversiones más seguras que las divisas locales en lo que respecta a la inflación, al tiempo que promocionaba la posibilidad de ganar un 8% anual a través de programas de recompensas de apuestas. Sin embargo, cualquier cliente africano de FTX persuadido por el marketing perdió sus fondos cuando la empresa quebró.